Un importante grupo de más de 200 vecinos y familias de diferentes localidades del departamento Famatina salió a diferenciarse de los grupos autodenominados ambientalistas y marcaron claramente una posición a favor respecto de la explotación y el desarrollo minero en esa zona del oeste provincial.Los vecinos consideran que es el momento oportuno para alcanzar el desarrollo productivo de la zona, con el cuidado irrestricto del medio ambiente y destacaron que necesitan de puestos de trabajo, para recuperar la dignidad y tener previsibilidad. Además se preguntan quién les dio, a los ambientalistas, el derecho de expresar que representan a toda la comunidad y denunciaron “el apriete de quienes sostienen una posición mesiánica y sin sustento científico”. El documento está firmado (con el número de DNI), por Guillermo Akerman, Javier Nicolás Sánchez, Jorge Granillo, Dalma Ruarte, Rodolfo Martínez, Juan José Elizondo, Héctor Díaz, Nora del V. Gaitán, Melisa Burgos, Pedro Moreno y Juan Bravo, entre otros, de un total de más de 200 ciudadanos que suscribieron el documento. Los firmantes, como vecinos de Famatina, destacan que “nuestras identidades en una comunidad pequeña son absolutamente conocidas, al igual que nuestras familias, nuestro trabajo y nuestra honorabilidad. Nos sentimos avasallados por un rótulo que rechazamos, que no nos pertenece y que, consideramos a nuestro criterio, es improcedente, injusto y es por esa razón; que necesitamos manifestar nuestra visión”. Los vecinos señalan sentirse preocupados por como diferentes sectores relacionados a “movimientos de dudosa legitimidad, quieren hacer creer que nuestra comunidad de Famatina se opone a la minería, dicen y esto verdaderamente nos duele. Nada más contrario a la realidad, queremos que el resto de los habitantes de La Rioja sepan cuál es la posición de cientos de vecinos de este departamento que, lamentablemente somos víctimas de campañas orientadas al terror“. En el comunicado sostienen que “con mucha impotencia advertimos como se esgrimen argumentos como muerte, deformaciones, devastación y se los relaciona con una actividad que tiene miles de años y que, en muchos países del mundo significa trabajo, prosperidad, posibilidades de un mejor futuro para las generaciones venideras” y agregaron que “cuando hablamos de futuro, hablamos de nuestros hijos, nietos, nuestros jóvenes que emigran de este departamento, porque cuando terminan el secundario, (en el mejor de los casos), no tienen posibilidad siquiera de soñar con un proyecto de vida sustentable que les permita continuar cerca de sus familias y su arraigo”. Los vecinos también indican que la historia “nos da cifras de esta dolorosa realidad que vivimos los famatinenses, cuando hablamos de un departamento trabajando sus recursos naturales de la mano de la minería y una población de veinte mil habitantes y hoy sólo cuatro mil almas se debaten en las preocupaciones de sobrevivir atados a un programa de asistencia, siendo trabajadores de un Estado súper poblado como única posibilidad estable de ocupación, o una constante incertidumbre que significan changas, en el día a día, la falta de previsibilidad”. “Ni siquiera muchos de nosotros podemos darnos el lujo de enfermarnos, tenemos que batallar el pan sin descanso, sin otra perspectiva. Y esto es muy triste, ver como las familias se desintegran, los que quedamos no podemos acceder a condiciones de salud dignas que, por ejemplo nos permitan atención odontológica, ver como nuestras mujeres envejecen postergándose porque no alcanza, o nuestras adolescentes y jóvenes que por falta de expectativas, en muchos casos se hacen precozmente adultas convirtiéndose en madres a edades que deberían tener otras posibilidades de desarrollo por ellas mismas y su descendencia”, afirman en el documento. Los famatinenses además postulan que “cuando hablamos de falta de expectativas, hablamos de los chicos (y no tanto) en la plaza, en las esquinas, sin otra ocupación mas que esperar las monedas de la finca o la probabilidad de irse a otras ciudades donde puedan encontrar trabajo, algo tan básico pero, que para nosotros es cada día un bien mas preciado. No queremos ser más exportadores de servicio doméstico para grandes ciudades”. En este contexto dicen sentirse “ahogados por gritar una verdad que a los medios parece no interesarles, quizás porque vende más inflar las cifras de manifestantes que tienen su idea y la respetamos, pero… y nosotros qué?”, se preguntan y expresan que “necesitamos el espacio de protagonismo para salir en los diarios contando nuestra verdad, pidiendo el trabajo que nos puede dar la minería, con remuneraciones muy por encima de otras ocupaciones”. En el manifiesto que hicieron público, este grupo de vecinos afirman que “consideramos a la minería como una fuente de desarrollo, tenemos esperanzas que nuestros recursos naturales sean invertidos para lograr que nuestros hijos se queden, que nosotros mismos podamos soñar con una comunidad autosustentable que nos brinde la autonomía, la independencia, la soberanía de decidir qué queremos para la vida de nuestras familias. Cuando se habla de muerte, se esgrime un golpe bajo que aterra y, sabemos que el miedo paraliza”. Pero precisan que “no tenemos miedo, tenemos ganas de progresar, de trabajar, de hacer algo mas que sobrevivir limitados, condicionados por la pobreza. ¿Por qué negarnos esa posibilidad? ¿Por qué ser víctimas del apriete que anuncia que aquí va a haber muertos si no se comparte una ideología mesiánica, plagada de mentiras y sin sustento científico? No somos tontos, no queremos que nos sigan tratando como tales, ¿Quién dice que no van a pasar? ¿Quién cree tener la potestad de la representatividad de nuestro futuro? ¿Quién se las dio?”. “Nos sentimos amenazados y debemos ser claros, necesitamos que el Gobernador Beder Herrera, como conductor de esta provincia, nos garantice la seguridad de nuestras familias, estamos totalmente identificados con la política de desarrollo minero que se plantea para La Rioja, y eso no puede y no debe ser causal de discriminación”, apuntan. Los vecinos sostienen que en las actuales circunstancias, “cuando la propiedad y potestad del desarrollo de nuestro suelo pertenece a la provincia, nos encontramos ante un momento inmejorable, sostenemos que la minería es la única posibilidad con la que contamos para emerger de la postergación. Y no afirmamos esto por una cuestión antojadiza, nos hemos informado y sabemos que es absolutamente posible la convivencia armónica de la actividad minera en pequeña y gran escala, con la agricultura, con el respeto por el ambiente, con el desarrollo del turismo, con el irrestricto cuidado de otros recursos como el agua. Entendemos también que nuestra geografía, con un 60 % de montañas, nos brinda la gran oportunidad de aprovechar este viento de cola que representa la minería”. “El Famatina se trabaja, el Famatina es nuestra potencial riqueza y la de nuestras generaciones venideras, para ello necesitamos la oportunidad de que esos recursos estáticos que hoy representan beneficios financieros para un puñadito de personas, nos brinden a la mayoría la certeza de un futuro sustentable”, concluyeron.
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